martes, 14 de diciembre de 2010

Capitulo 5

Brad

Qué rayos quiere ahora, pensé, me había hecho sentir como una tonta, lo odiaba por eso, por ponerme como una tonta siempre en su presencia.
-Vete, fuera de mi camino- le espeté con mucha rabia
-Tranquilízate, no entiendo porque te pones así, eres muy extraña, ¿te lo había dicho?
-Deja ya ese estúpido sarcasmo-dije mientras salía del auto- tu sabes muy bien lo que hiciste, haces que me comporte como una tonta, pero en realidad el tonto eres tú, ya me canse, haré las invitaciones yo sola, no necesito tu ayuda, estoy perfectamente bien, solo vete y olvídate de mi porque eso es lo que yo haré.
-No lo entiendes verdad-dijo otra vez con sarcasmo
-Que, que otra maldita cosa no entiendo, que es lo que el perfecto James entiende y yo no...
-Beth, me gustas
-Y no creas que por poner esa sonrisa de... ¿Qué?
-Me gustas, listo, lo dije.
-¡¿Que dijiste que?!
-Por Dios, Beth, ME GUSTAS, cuantas veces lo repetiré, me gustas desde la primera vez que te vi, desde los brutos gorilas, me gustas y punto.
No entendía lo que pasaba, estaba él hablando en serio, sabía que nos habíamos acercado mientras yo le gritaba, pero yo, gustarle a él, era como si un, no sé, un león se enamorara de una oveja, quería decir, era estúpido e imposible.
-Que estás diciendo, ¿seguro que estas bien, no necesitas descansar?
-Esto contesta tu pregunta- se acercó, con una mano tomó mi cintura, con la otra mi cabeza; la acercó a la suya y lentamente nuestros labios se juntaron, fue algo que nunca había sentido, como si miles de hormigas recorrieran todo mi cuerpo, como si recibiera una gran descarga eléctrica, fue un beso corto, corto pero tierno y después de eso quería más, pero ninguno de los dos se atrevió a pedir más, nos separamos y él acarició suavemente mi mejilla, yo bajé la mirada y sonreí, había hecho algo que había querido hace mucho, pero no lo aceptaba, después de todo, Laurie tenía razón.
-¿Fue tan difícil eso?- preguntó James con una suave y dulce voz.
No tenía palabras y al parecer el captó eso, me dio un beso en la frente y prometió que me llamaría, quito su auto del camino y me dejo pasar, no podía creer lo que acababa de pasar, yo Elizabeth Barret había besado a James Knight, algo imposible de creer, era tan raro lo que había pasado, y no sabía cómo lo tomaría los demás, Jess gustaba de James y Chris me amaba, por así decirlo, pero estaba segura que entenderían, claro si la verdad era que James y yo seriamos pareja, , no sabía si lo había hecho porque quería o solo era un juego, el había dicho que me llamaría ¿y si no lo hacía?, ¿y si sus amigos se reían de mi el día siguiente? Fuera lo que fuera, estaba segura de una cosa, James me había robado el corazón pero no sabía si debería entregárselo, el tiempo decidiría eso.
-Hola hijita, llegaste temprano, creí que tardarías más
-Que, ah sí, hola papá-pasaron segundos hasta que papa siguio.
-Bueno cuéntamelo todo
-¿A qué te refieres?
-Vamos Beth, conozco esa mirada y estas toda rojita, que paso con ese muchacho
-Nada papá-no podía creer que hasta papá lo notara- y no estoy “rojita”, iré a mi habitación, estoy muy cansada.
Subí a mi habitación, tomé el teléfono y espere, 7:30  nadie llamaba, tal vez estaba muy ocupado, 8:45 y nada, sabía que había sido solo un juego, que probablemente se estaba riendo en su habitación y contándole a sus amigos, ya eran pasadas las diez, deje el teléfono a un lado de la cama y cerré los ojos, cuando de pronto...
-Beth!!!, te busca un chico en el teléfono
-Que, está bien papá cuelga ya!-grité llena de pena y emoción-¿Hola, James?
-Hola pequeña-dijo con un tono dulce
Reí suavemente- ¿qué haces?- le pregunte juguetonamente
-¿Qué crees que hago? Hablo contigo- y rió, al final su sarcasmo siempre me había encantado
-Eres un tonto ¿sabías eso?-dije de una forma que no ofendía
-Pues entonces tú eres la señora de tonto- reí suavemente de nuevo
-Que te hizo cambiar de opinión?-pregunto James de pronto con bastante curiosidad
-Cambiar mi opinión sobre qué?
-Sobre mí, parece que me odias y luego me amas...
-No lo sé, tal vez siempre te ame y nunca te odie, solo que no era lo suficientemente valiente para admitirlo
-y por qué no te creo?
-No lo sé, porque no lo haces?
-Es que algo me preocupa, me ha estado molestando toda la noche y quisiera que me respondieras
-Y que es lo que tanto te preocupa?-pregunte con mucha curiosidad
-Quien es Brad?
Cómo rayos James se había enterado de Brad, no tenía idea pero el merecía respuestas
-está bien, pero solo dime, quién te contó sobre el
-Eso no importa, solo quiero saber
-Oye, yo también merezco respuestas
-Yo pregunte primero-odiaba que él tuviera razón
-Está bien, bueno, Brad era mi ni novio-creo que James emitió una clase de gruñido- y estuvimos juntos por casi 2 años, pero resulto que el también estaba viendo a Brooke, a mis espaldas, lo que no sabía yo era que Brooke tampoco sabía que él era mi novio, es por eso que Brooke y yo nos hicimos amigas, nos juntamos para vengarnos y bueno, Brad termino cambiando de escuela, y eso no estuvo tan mal que digamos-dije riendo, sabía que había mentido, excepto la parte de Brooke.
-Ahhhh, de acuerdo, es que me preocupaba por que..., bueno, no tiene importancia-sonaba en realidad preocupado
-Bueno, ya te conté lo mío, es tu turno.
-Sí, bueno, estaba hablando con tu amiga Brooke y ella comento lo de Brad.
-Ah, Brooke, hubieras dicho eso desde el principio
-Si-dijo poco convencido
-Y a ti
-A mi qué
-Qué te hizo cambiar de opinión sobre mí
-Es que al principio te odie, te odie por ser como eras, o mejor dicho, por ser como todos creen que eres, siempre dicen cosas sobre ti ¿sabes? hablan mal de ti todos, solo por ser porrista y popular la gente dice cosas sobre ti, por eso te invité a mi casa, para saber cómo eras en realidad, y tu eres especial, muy especial y única, cualquier otra chica se hubiera aprovechado del momento en que estábamos los dos solos pero tú no hiciste nada, eso demuestra que tu si tienes cerebro, eso es lo que te hace especial y diferente de todas las otras chicas.
Cuando James terminó yo estaba segura que me había sonrojado, no pude decir nada más, él me hacía quedar sin palabras, eso lo detestaba pero a la vez me gustaba.
-Creo que ya es muy noche, nos vemos mañana en la escuela ¿sí?
-Emmm si, gracias por todo, te quiero mucho-dije al fin
-Y yo te amo
Después de eso no sabía qué hacer, los dos quedamos en silencio hasta que el colgó el teléfono, yo no estaba segura de que decir, me había dicho te amo, entonces todo era verdad, no se trataba de un tonto juego, el de verdad me quería, yo era especial para él.
No tenía nada de sueño, quería pensar en todo lo que había pasado ese día, primero la pasaba bien con James, luego me enojaba con él y le gritaba y por último nos besamos y éramos una pareja, al día siguiente estaba segura de que muchas miradas curiosas se nos iban a dirigir, mis amigos quedarían boquiabiertos aunque Laurie no tanto.
Ya eran las 11:20 y no concebía el sueño, traté de dejar de pensar en James pero era todo que contrario, no dejaba de pensar en él, en su perfecto rostro, en sus hermosos ojos, en su dulce voz.

La alarma de mi despertador sonó, me levanté cansada, la verdad no sabía a qué horas me había quedado dormida, fui a al baño, tomé una ducha, me vi en el espejo y noté que mi herida ya no estaba, baje y tomé el desayuno, me despedí de papá y salí de la casa, para mi sorpresa, James estaba afuera esperándome en su bello auto.
-Qué haces-pregunté sorprendida pero feliz
-Pensé que te gustaría ir conmigo a la escuela
-Bueno pensaste bien, solo que...
-No le has dicho a tu papá ¿verdad?
-Qué no me has dicho que-papá había estado escuchando todo
-Ah, papá él es James, es un emmm, amigo y me ofreció llevarme a la escuela, ¿puedo ir?
-De acuerdo-dijo mientras miraba a James de arriba hacia abajo
-Descuide señor-dijo James en un tono muy educado-su hija llegará segura a la escuela y también le traeré de regreso aquí
-Sí, bueno, adiós papá- dije caminando rápidamente.
Subí a su auto y él se veía molesto.
-Sucede algo-pregunté
-Porqué me presentaste como un amigo-dijo
-Lo siento, pero es que no quiero que papá se entere, él es muy sobreprotector sabes, y después de Brad se hizo más sobreprotector, cuando esté lista se lo diré, ¿de acuerdo?
-Sí, y hoy vendrás a mi casa, quiero estar cada momento posible contigo-me sonrojé como usualmente lo hacía
-¿Alguien sabe?, de mis, digo, nuestro amigos
-Sólo Laurie, después de todo es tu mejor amiga cierto, debía enterarse.
-Sí, tienes razón.
El viaje fue muy callado, algo incómodo, creo que ninguno de los dos se hacía la idea de lo que había pasado, el único sonido que había era el que hacía la radio
-Escucha te mentí-le dije casi involuntariamente
-De qué hablas-parecía confundido
-Brad y yo no salimos por 2 años, fueron 5-me sentía mejor
-Pero eso son solo detalles, no te preocupes
-¿No estás molesto?
-No, es más, me alegra que hayas sido honesta-había sonado como mi padre.
Después de eso conversamos acerca de quién sería el primero que se molestara de los chicos, yo aposté por Chris y el aposto por Jess, el perdedor tendría que decirle a todos los demás lo que había pasado, así que esperaba ganar porque tenía el presentimiento que me pondría súper roja.
Bajamos del auto, y como había previsto miles de miradas fueron puestas sobre nosotros, todo el mundo cuchicheaba, algunos chicos se veían destrozados al igual que otras chicas, entramos y James sujeto cariñosamente mi mano.
-Vaya, vaya, vaya-dijo alguien con un tono burlón
-Hola-dije yo mientras sentía como se calentaba mi cara
-Hasta que al fin lo aceptaron-dijo Laurie y todavía ocupaba el mismo tono
-Cállate-le dije en el mismo tono de ella
-Oye, no me trates así, esto pasó por mi-dijo esbozando una sonrisa maliciosa.
-Hola Eli-dijo una voz detrás de mí, una voz que no escuchaba hacía mucho tiempo, una voz que una vez llegué a amar.

-¿Brad?-dijo Laurie abriendo demasiado sus ojos al igual que lo hice yo

lunes, 13 de diciembre de 2010

Capitulo 4

Conociendo a James.


-¿Ja-James?
-¿Sorprendida?-dijo con una sonrisa malvada en su rostro
-Me estás asustando, ¿Dónde estamos?-mi voz se quebraba
-No necesitas saberlo-dio otro paso hacia adelante, su rostro se iluminó más y lo pude ver bien, su rosto estaba muy tenso y parecía asustado aunque demostraba lo contrario.- esto no dolerá, lo prometo- no comprendí bien esas palabras hasta que.-
Volvía a estar en mi habitación, la luz estaba apagada, seguro papá la apagó ya que vio que yo estaba dormida, ese había sido un sueño bastante raro, pero lo que más me molestaba es que había soñado con él y él se veía distinto, sus hermosos ojos se habían convertido en tenebrosos pero aún más misteriosos, no estaba asustada pero mis manos temblaban de una extraña manera, como si hubiera vivido ese sueño, tenía mucho frío y mis manos y pies estaban entumecidos a pesar de que tenía dos cobijas sobre mi y la ventana estaba cerrada al igual que la puerta, revisé mi reloj, eran las doce en punto, cerré mis ojos tratando de volver a dormir y de olvidar ese inusual sueño.
La alarma de mi reloj sonó, eran las 7:15, caminé hacia el baño, las piernas me pesaban más de lo normal, me sentía muy cansada, me miré en el espejo y justo en mi mejilla derecha tenía un rasguño bastante grande, tal vez me lo había hecho mientras dormía, yo hacía muchas cosas al dormir, una vez amanecí en el suelo de mi habitación.
Baje a la cocina, papá preparaba el desayuno y recordé.
-Buenos días papá.
-Buenos días Elizabeth, ¿dormiste bien?
-Sí, escucha, debo pedirte algo, hoy debo reunirme en la casa de un emmm, amigo-si claro, pensé con sarcasmo-para lo del baile, así que no me esperes porque puede que me tarde bastante.
-Y por qué lo dices-dijo papá algo inseguro
-Solo digamos que él y yo no congeniamos así de bien-dije y luego reí infantilmente.
-Está bien Beth, pero prométeme una cosa
-Sí papá, lo que tu digas-levanté una ceja en el acto
-Regresa antes de las ocho por favor, no quiero preocuparme tanto.
Después de prometerle a mi padre que tendría cuidado y comer mi desayuno, salí de la casa, me subí a mi auto, y me fui a la escuela, el camino me pareció más corto que nunca, no estaba ansiosa por ver a James en clase de historia, pero quería hablar con Laurie para disculparme.
Entré al aula de historia, donde la maestra Tina estaba apoyada en el pizarrón.
-Laurie, escucha, lamento lo de ayer, no fue mi intención herirte de esa manera.
-No tú escucha Beth, yo lo lamento, no debí haber reaccionado de esa manera, ¿me perdonas?-dijo mientras esbozaba una sonrisa bastante tierna.
-Por supuesto-dije devolviéndole la sonrisa y la abracé
Nuestras “peleas” siempre eran así, jamás duraban mucho tiempo, la más larga fue una que duró un día y trece horas (Laurie se había tomado el tiempo para contar las horas).
La clase de historia avanzaba bastante lento, cuando el timbre sonó estaba bastante feliz, seguí a mi otra clase y a la otra y a la otra hasta que por fin llegó la hora del almuerzo.
Brooke y yo nos dirigíamos a la mesa cuando vi que James y los demás chicos también estaban ahí, que hacía James ahí, pensé.
-Hola Barret-dijo mientras sonreía maliciosamente
-Qué haces aquí-pregunté como si no hubiera escuchado su comentario
-Pensé que estarías feliz de verme, además, tengo que hablar contigo-Kurt hizo un silbido coqueto y yo solo quería matarlo.
James me tomó del brazo y me llevó detrás de la salida de emergencias, miradas curiosas se nos dirigieron por la mitad del alumnado en la cafetería.
-Que es lo que me quieres decir que no lo haces enfrente de mis amigos-hice mucho énfasis en la palabra mis.
-Solo pensé que te gustaría estar a solas conmigo-dijo mientras su boca se curvaba y dicho esto se acercó a mi haciendo que yo retrocediera y quede pegada contra la pared, el se aprovechó y puso su mano en la pared.
-¡Que haces!-dije mientras pasaba debajo de su brazo y me mantenía a una distancia regular.
-Oye no te pongas así, solo bromeaba
-Vaya forma de bromear la que tienes-dije con desdén.
-Está bien, pongámonos serios, solo quería preguntarte si vendrías a mi casa ahora para lo del baile
-Desgraciadamente si
-Bueno, vendrás en mi auto-dijo dándome un tipo de orden
-No lo creo, yo iré en mi auto
-Está bien, como quieras, pero no me molestaré en buscarte si te pierdes-dio media vuelta y se fue
-Okay, Okay-dije-iré contigo, pero ni se te ocurra pensar que eso volverá a pasar
-Como si yo quisiera-dijo en voz baja pero con sufriente volumen para ser escuchado.
Volvimos a la cafetería y mientras caminábamos hacia la mesa la gente cuchicheaba y nos lanzabas miradas curiosas.
Las clases habían terminado para mi agrado, pero algo peor me esperaba, estaríamos solos James y yo en su casa, donde nadie podría escuchar mis gritos de auxilio.
-Oh vamos!-dijo con desagrado-ni que ir a mi casa fuera tan malo.
 Me limité a responder, íbamos en su auto, un Audi r8 spyder café, era un auto hermoso y se veía muy caro.
-Que interesante collar-me dijo después de un rato
-Qué, ah, si-mi voz se quebró un poco-era de mi madre
-Lo siento, no debí haber preguntado-dijo apresurándose
-No te disculpes, ella murió cuando yo tenía seis
-No necesitas hablar de ello si no quieres-dijo con cierta melancolía en la voz
-Si es solo que, no suelo hablar de ella y a veces no lo controlo, solo se me sale-tragué bastante saliva
-Bueno, lo lamento, creo que tu madre estaría muy orgullosa de ti
-¿De qué hablas?
-Bueno, eres una chica increíble, quiero decir no eres como los demás piensan
-¿Debería decir gracias?-subí una ceja
-Tú sabes a que me refiero
-No, no lo sé
-Lo que trato de decir es que eres muy especial-mis mejillas se pusieron rosadas-pero eres muy rara-mis mejillas volvieron a su estado normal.
-No te entiendo-dije algo molesta
-¿Qué no entiendes?-dijo con sarcasmo
-¡Un minuto eres encantador y comprensivo y al siguiente me insultas!
-¿Crees que soy encantador?-dijo con una sonrisa maliciosa
-Tú sabes a que me refiero-dije tornando los ojos
-No, no lo sé-y ambos reímos.
El viaje se transformo de incomodo a divertido, James era bastante gracioso, su sarcasmo resultaba placentero por veces.
-Listo, ya llegamos a mi pequeña choza-Su sarcasmo no paraba, de hecho su casa era enorme, no como una mansión de Hollywood, si no una casa bastante cálida, era espaciosa y tenía muchas pinturas y cuadros famosos.
-Se ve un poco diferente a la última vez que estuve aquí
-Es porque no fuiste a mi verdadera casa, esa era la casa de mis tíos, no me dejan invitar a muchas personas a esta casa, dicen que todos son maleantes que se robaran todo en un abrir y cerrar de ojos.
-¿Maleantes?, de que siglo es eso-reí
-Oye, culpa a mis padres-él rió también
Subimos a la segunda planta, ya no había tantas esculturas y pinturas, allá arriba era mucho más sencillo y normal, doblamos a la izquierda y pasamos un gran espejo y luego llegamos a una puerta dorada bastante bonita.
-Madmoizelle- dijo haciendo un ademán con una mano y abriendo la puerta con la otra.
-merci Monsieur- dije pasando como si llevara un gran vestido
-Vaya, ¿sabes hablar francés?-dijo arqueando una ceja
-No, pero eso es lo que todos saben del francés, como decir sí, señor y señora, gracias, por favor, lo más sencillo
-Vaya, pensé que eras más culta-y camino a grandes zancadas
-¿¡Disculpa!?
-Cálmate, solo bromeaba-y rio- ven, siéntate
Caminé hacia donde me indico y empezamos a hablar, nunca llegábamos a un acuerdo, yo decía rosa, el decía azul, yo quería plateado, él dorado, todo lo que yo decidía él lo contradecía, sería imposible terminar antes de las ocho si seguíamos así.
-Escucha, sé que no nos agradamos pero al menos pon de tu parte, el baile está próximo y si no llegamos a un acuerdo será un desastre-todo eso lo dije con firmeza
-No seas tan exagerada, falta mucho para el baile, solo relajémonos, ¿quieres limonada?
-No, no quiero y el baile será pronto, debemos apresurarnos
-Wow-dijo con sarcasmo
-¿¡Y ahora qué!?
-No sabía que te gustara tanto
-Que me gustara tanto qué
-Pues yo-su sonrisa maliciosa se dibujo lentamente- admítelo, crees que soy irresistible-dio varios pasos hacia adelante y cuando estuvo justo delante de mí se agachó (ya que él era más alto que yo) y sus ojos quedaron a la altura de los míos, no me podía resistir, esos ojos eran lo más hermoso que hubiera visto jamás, eran preciosos
-Púdrete-le dije arrepintiéndome de mi decisión, me aleje de él tomé mi mochila y salí de su habitación.
-Vamos, relájate un poco, solo quería que dejaras de pensar en otra cosa que no fuera estresarte
Me había enojado mucho, me di la vuelta y caminé hacia él con decisión
-¡Tú crees que eres irresistible verdad-dije con sarcasmo aunque la verdad era que si lo era- te jactas de lo guapo que eres tratando de conquistar a cualquier tonta que se cruce en tu camino, pues adivina que, yo no soy ninguna tonta y no lograrás nada!-diciendo eso, me había quitado un gran peso de mis hombros.
-No trato de conquistar a cualquier tonta-subí una ceja-trato de conquistarte a ti- me vio directamente a los ojos, sus malditos ojos que me atraían tanto empezaron a ganar, me tomó de la mano y luego la besó, cerré los ojos, después de eso escuché risas, no estaba segura de quién las hacía hasta que abrí mis ojos y vi que James se reía.
-¡Eres un verdadero tonto!-y diciendo esto me fui inmediatamente de la casa, tomé un taxi y regresé a la escuela, ya eran las 6:35 y subí a mi auto y conduje muy enojada hacia mi casa, cuando de pronto, un auto hermoso color café se interpuso en mi camino.