sábado, 11 de diciembre de 2010

Capitulo 2


El Sueño
Al llegar a casa mi padre me estaba esperando con su habitual mirada de “con quien estuviste”, subí a mi habitación deje la mochila en mi cama, me cambie zapatos y baje para la interrogación.
-Llegas tarde Elizabeth.
-No sigas papá, siempre llego a esta hora y tu siempre te molestas.-sobreprotector, dije en mi mente.
-Pero es que ni siquiera me hablas o me envía un texto, ¡yo soy un padre muy preocupado y debes entender eso!
-Papá, ya no soy una niña entiendes, cumpliré 18 en un mes y tu no lo puedes cambiar, y confía en mí, tú me educaste muy bien, no soy como otras chicas que hacen cosas bobas sin pensar en las consecuencias-eso pareció calmarlo.
Luego de una larga charla de porque debía actuar como se debe, subí de nuevo a mi habitación, me puse el pijama y me recosté en la cama, estaba muy cansada pero el sueño no me llegaba, supongo que seguía pensando en lo que había ocurrido hace tan solo unas horas.
Era muy extraño, la escuela se veía diferente y yo también, iba caminando por el pasillo cuando vi a Laurie Vestida con un vestido verde y zapatos y cartera que combinaban, entramos a clases y para mi sorpresa ahí estaba James, con su sonrisa burlona de siempre, era muy raro, nunca antes recordaba haberlo visto y un chico de su clase no pasa desapercibido, la maestra Tina estaba parada y apoyada como normalmente lo hacía cuando esperaba silencio, pase y me disculpe con ella por llegar tarde, aunque no solía llegar tarde, y la maestra Tina no me daba clases, ella era maestra de primaria, todo era extraño, recibimos la clase y al terminar fuimos a la cafetería, me encontré con Brooke que se veía algo espantada, probablemente por algún rumor absurdo que había escuchado en el baño. Nos sentamos en nuestra mesa habitual, la mesa que los demás solían llamar “La mesa Sexy”, odiaba eso, solo por ser porristas todos tenía una falsa idea de nosotras, o al menos mías, yo no era una porrista común, la mayoría cuando escucha porrista piensa en una rubia anoréxica que sale con muchos chicos, pero yo no era así, es más, nada especial, mis ojos eran verdes, mi padre decía que eran esmeraldas que brillaban cual tesoro, mi cabello era negro y liso pero ondulado en la parte de abajo, nada parecido a Laurie y Brooke, ellas eran rubias y su cabello era liso, muy muy liso.
James se sentó a mi lado y puso su brazo alrededor de mi cintura.
-¡Qué rayos estás haciendo!- lo miré indignada
-Nada, pensé que te gustaría estar conmigo, después de ayer creía que sería imposible no volver a verte- su sarcasmo era bastante notorio
-Sueltame- le ordené.
-Oye, no te alteres, solo bromeaba, quería saber si te gustaría venir a una fiesta hoy en mi casa, digamos que es una pre-graduación- al decir eso giño un ojo y se fue.
-Vaya vaya, miren a quien le gusta Beth- Seth estaba sentado enfrente de mi
-Y tú qué quieres, a qué horas apareciste- dije sorprendida
-He estado aquí desde siempre, no trates de cambiar el tema, se que te gusta James, lo veo en tus ojos.
-Beth, Beth, Beth ¡BETH!
Mi padre me agitaba y me gritaba.
-Beth despierta...
-Qué pasa, por qué me gritas- dije enfadada.
-Beth llegarás tarde a la escuela, te has levantado tarde, apresúrate ya casi serán las ocho.
-No puede ser, debo irme, adiós papa.
-Espera Beth
-Qué sucede, papá llegaré tarde.
-Beth, estas en pijamas- y vi como se reía silenciosamente mientras salía del cuarto.
Subí apresurada al auto, no podía llegar tarde, nunca lo hacía, y todo por ese estúpido sueño en el cual un estúpido aparecía y para colmo, la calle que conducía a la escuela estaba cerrada, tuve que tomar otro camino, y ese camino era muy largo, ya eran las 8:35, la escuela empezaba a las nueve en punto y todavía me faltaba la mitad del camino.
Al fin llegué, faltaban diez minutos para las nueve, entre corriendo cuando choque con una chica de vestido verde con zapatos y cartera que combinaban.
-Beth que te pasó, nunca había llegado a esta hora
Estaba confundida, Laurie había dicho que llegaría con la blusa roja y la falda negra.
-Beth, ¿te sucede algo?
-Qué, no, claro que no, es que estoy en shock por que llegué tarde- mi mentiras no había sonada nada convincente.
-Estás segura, bueno no importa, apresúrate, llegaremos tarde a historia.
- Si vamos- dije, tratando de entender lo que sucedía.
Entramos al salón, ahí estaba James y su sonrisa burlona se siempre, la maestra Tina estaba apoyada en el pizarrón, yo no lo entendía, el señor Mathews daba la clase de historia, no la Maestra Tina, ella era de primaria, entre al salón y me senté en mi puesto habitual.
-Buenos días mis niños, algunos tal vez no me recuerdan pero yo soy la maestra Tina, a la mayoría de ustedes les di clase cuando estaban en preescolar- levanté la mano para hacerle una pregunta- Si señorita Barret- era increíble que se acordara de mi apellido.
-Disculpe, pero me estaba preguntando que le sucedió el señor Mathews-dije eso en el tono más cortes que pude.
-Sí, eso iba a comentarles- dijo haciendo una risita muy falsa- su profesor ha tenido un terrible accidente, el apartamento donde vivía se incendió y el está en el hospital con graves quemaduras, así que él no les dará clases por un largo tiempo, el director me pidió que sustituyera al señor Mathews.- volvió a reírse infantilmente.
Era terrible lo que le había pasado al señor Mathews, pero los demás parecían pensar diferente, estaban felices ya que la maestra Tina no era para nada estricta y no dejaba tarea. Al finalizar la clase me dirigí a mi siguiente clase en la cual James también estaba, era extraño que no lo hubiera visto en todo ese tiempo. Luego de salir de una aburrida clase con la maestra García, mi maestra de español me dirigí al baño de chicas y me encontré a Brooke con cara de asustada.
-¿Que sucede Brooke?
-Nada nuevo, solo que me acabo de enterar de una cosa- otro de sus rumores.
-Ahórratelo Brooke-Laurie entró al baño.-Hola de nuevo- me saludo como si nada.
-Me dijiste que usarías la blusa roja-le reclamé.
-No te enfades, es que esa blusa me hace ver gorda, tu lo sabes.
-No te preocupes, solo vamos a la cafetería, estoy hambrienta, no desayuné por venir tarde.
Nos dirigimos a la cafetería y nos sentamos en nuestra mesa habitual, la mesa “sexy”, como odiaba eso.
-Mira quien viene hacia acá-dijo Brooke como una melodía
Me volteé y mis peores pesadilla se hicieron realidad, James caminaba hacía la mesa con una sonrisa sarcástica en la cara.
Se sentó y puso su broza alrededor de mi cintura
-Hola mi amor-dijo con una voz melosa.
-¡Qué rayos estás haciendo!- lo miré indignada
-Nada, pensé que te gustaría estar conmigo, después de ayer creía que sería imposible no volver a verte- su sarcasmo era bastante notorio
-Sueltame- le ordené.
-Oye, no te alteres, solo bromeaba, quería saber si te gustaría venir a una fiesta hoy en mi casa, digamos que es una pre-graduación- al decir eso giño un ojo y se fue.
-Miren a quien le...
-¡Callate!
-Oye, no tienes que enojarte así-dijo Seth un poco asustado- solo trataba de molestarte un poco.
-No hables- y me paré, salí de la cafetería inmediatamente, fui a la enfermería fingiendo un terrible dolor de cabeza y me dejaron regresar a casa, papá estaba fuera trabajando y yo agradecí eso, necesitaba estar sola  pensar en lo que había ocurrido.
Subí a mi habitación, deje la mochila en la cama, revise la hora, 1:45, era temprano, saqué un cuaderno cualquiera y arranqué una página, y me puse a dibujar, eran solo líneas y garabatos sin sentido, eso me calmaba. Bajé a la cocina, tenía hambre, 2.36, seguía siendo temprano, parecía que el tiempo nunca avanzaba y no quería prestarle atención a lo que había pasado en la mañana, me sentía mal por cómo le había gritado a Seth, pero estaba asustada, no era normal soñar algo que pasaría el día siguiente, o si lo era, no lo sabía, tal vez solo había tenido una clase de Déjà- vu: la impresión de que una experiencia está «siendo recordada», eso era lo más lógico, mañana llegaría al colegio y me disculparía con Seth, por ahora solo quería descansar y olvidarme de lo ocurrido.
Me recosté en el sofá de la estancia, era bastante suave por lo que decidí quedarme ahí, tomé el control remoto y encendí la televisión, pasé los canales de deportes rápidamente porque no me interesaban, luego llegue a los de caricaturas, me detuve en una y sonreí, estaban pasando La Bella y la Bestia, mi cuento favorito, mi mamá solía leerlo cuando yo no podía dormir o cuando estaba enojada porque no me dejaban salir a jugar, mi madre había sido tal vez una de las personas más amables y generosas del mundo, ella sabía cómo sacarme una sonrisa en el momento en la que más la necesitaba, igual a papá, al cual nunca lo había visto sonreír como lo hacía antes desde que ella murió. Una lágrima salió de mi ojo derecho, a causa de los recuerdos de mi infancia con mi madre, era muy triste, mi mamá lo era todo para mí y creo que papá pensaba lo mismo, a él no le gustaba hablar sobre ella, creo que no quería recordar, al igual que yo.
3:45, papá regresaría a las cuatro en punto, decidí salir de casa e ir a visitar a Laurie, que ya debería haber llegado a casa.
-Hola, Laurie, emmm, soy yo, Beth, lamento lo que pasó hoy en la cafetería, iré a tu casa para explicártelo, cuando oigas este mensaje llama ¿sí?-cerré el teléfono.
Salí de la casa con mi mochila para que papá no se diera cuenta que había ido a casa, no quería mas interrogaciones, subí al auto y programe mi radio favorita, arranqué el auto y me dispuse ir a la casa de Laurie.
Era extraño como el mundo parecía diferente, -¿estaré soñando de nuevo?-pensé yo, claro que no!, me respondió otra voz en mi cabeza, la voz que siempre se entrometía cuando hacía algo malo o pensaba cosas tontas. El día no había resultado como esperaba, me hubiera gustado que se acercaran a mi a comentarme sus ideas para la fiesta.
-Claro, ¡la fiesta!-dije en voz alta
James me había invitado a una fiesta en su casa, pero no sabía si quería ir, al llegar donde Laurie lo pensaría bien y le pediría a ella que me acompañara. Mi teléfono  empezó a vibrar y la típica canción de Paramore sonó.
-Hola, Beth, ¿estás ahí?
-Sí, hola Laurie, gracias a Dios que escuchaste mi mensaje, dime, entonces ¿stas en casa verdad?
-No, está en mi casa-dijo una estúpida voz sarcástica.


2 comentarios:

  1. Ola, me encanto el capitulo, esta muy interesante, me muero por saber que le esta sucediendo, que aterrador de javu y por que nunca noto a James en sus clases y que rayos hace Lauri en la casa de James. Tambien quiero felicitarte, me encanta tu forma de escribir, espero que publiques pronto el siguiente capitulo.
    Besos y agradecimientos.
    Laila.

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  2. gracias por tu apoyo, me alegra que te interese mi historia, compartela con tua amigo e invitalos a que chequen mi blog ;)

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